– Giran y giran en Taburiente lento, y girando las nubes te cuentan el cuento. Caminaba con mi abuela a la fresca del alba.
– Sentémonos aquí- me dijo-, en esta capilla a los pies del Pino Santo ¿Quieres saber lo que pasó justo aquí donde hablamos?
– Sí abuela, sí. Y también más historias del Pino de la Virgen de El Paso, y cómo acogió a la imagen que en él moró. Sentándose agil, a los pies del centenario pino, habló la abuela.
– Hace cienes de años, aquí cerca, inquieto por los lamentos del pueblo que ya le añoraba, yacía vencido Tanausú, señor benahoarita* del bando de Aceró -comenzó la abuela-. Informado el de Lugo, conquistador en La Palma, le dicen: Uno de sus soldados en la misión, se subió a un gigantesco árbol y quedó sorprendido al encontrar entre sus ramas a una bella imagen.
Así le comentaron a Fernández de Lugo empezando la mañana, mientras tomaba un refrigerio. -” Un hecho milagroso”, estuvo en boca de todos de una punta a otra de la isla me dijo. Habiendo decidido no dejar la Virgen expuesta a las inclemencias del tiempo, se les ocurrió hacer en el mismo tronco del pino un nicho.
Y así hicieron, una hornacina hendida en el tronco vivo del pino santo. Suspiró la abuela. -Con el paso del tiempo, el pino fue cofre de la virgen. La abrazó, y la abrazó, tantos veranos lo hizo que no los contarías -dijo. – Y, cuanto más abrazaba el pino, más se perdía, fundida la imagen en su tronco en su abrazo. Que así aman los árboles. Un día, a un leñador, por este sendero que termina a nuestros pies, el viento de Taburiente silbo en sus oídos: “éste es el primer paso hacia mi capilla”, oyó el joven. Y no cayó en tierra baldía ese aliento -dijo la abuela, golpeándose con energía con la mano en la pierna- El joven leñador actuó, habló a vecinos y vecinas, y les hizo ver y hacer, piedra a piedra, esta capilla donde has oído del sufrir de Tanausú, y del noble pino.
Y así, esa mañana fresca y con ese cuento, mi abuela me enseñó que los árboles también sufren, y de todo lo que logramos, unidos en su defensa.
Palabras clave:
*Benahorita: Benahoarita, también auarita o awarita, es el término con el que se conoce al pueblo aborigen de la isla de La Palma —Canarias, España— que habitaba la misma antes de la conquista española a finales del siglo xv.
¿Quién era Tanausú?
Tanausú fue uno de los capitanes benahoritas, concretamente del bando de Aceró (La Caldera de Taburiente), uno de los doce bandos en los que se dividía la isla de La Palma allá por finales del siglo XV. Se dice que este fue el último en caer ante los conquistadores europeos y esto se debe en gran parte a la fiereza y valentía a la que se hace referencia siempre de su líder Tanausú.
La única manera que tuvieron los castellanos de someterlo fue engañarlo a través de uno de los suyos. Le convencieron para intentar llegar a un pacto de paz con Alonso Fernández de Lugo (líder de la conquista de la isla de La Palma) y en el momento de la reunión, apresaron al líder Benahorita.
Se dice también que Tanausú, en su deseo de honrar el amor que sentía por su pueblo, decidió quitarse la vida antes de llegar a la península, donde iba a ser expuesto como un trofeo: El último caudillo de Canarias.
¿Quién era Alonso Fernández de Lugo?
Lideró la conquista de Gran Canaria y participó en la derrota de varios jefes guanches en Tenerife.
Concluida la conquista de Gran Canaria, Alonso Luis Fernández de Lugo regresó a la Península Ibérica y solicitó a los Reyes Católicos el permiso para intentar la toma de las islas de Tenerife y La Palma.
En septiembre de 1492, la expedición de Alonso Fernández de Lugo desembarcó en La Palma; ni en Tazacorte ni en Ariadne y tampoco en los tres poblados indígenas siguientes, encontraron resistencia. Estos lugares habían sido convertidos al cristianismo y conquistados mediante varios tratados de paz. A pesar de la resistencia ofrecida por el resto de los poblados awaritas, en abril de 1493 sólo permanecía insumiso el jefe Tanausú de Aceró, quien fue capturado un mes después.
En 1496 los Reyes Católicos, en reconocimiento a sus conquistas, nombraron a Fernández de Lugo gobernador de Santa Cruz de Tenerife y La Palma.
La Virgen de El Paso
Bajo la longeva sombra de este enorme pino canario, se han guarecido tradición y devoción, historia y cultura de un pueblo, de una isla y sus gentes, arropado por un marcado paisaje que ha inspirado a artistas en todas sus facetas, motivando infinidad de relatos y leyendas, protagonista de investigaciones y estudios científicos, que lo ha catalogado como el más viejo de Canarias.
Los primeros datos con los que contamos referentes a El Pino de la Virgen de El Paso se sitúan en las postrimerías del siglo XV (1492-1493) durante la incorporación de la isla a la Corona de Castilla. Cuentan las crónicas que uno de los soldados que acompañaban al Adelantado Alonso Fernández de Lugo en la conquista de la isla encontró la pequeña imagen de la Virgen entre sus frondosas ramas, de ahí el nombre que se le da a la imagen y al pino.
Siglos más tarde, junto a ese Pino, en el encantador paisaje se edificó una pequeña capilla, alivio en el transitado y tortuoso Camino Real de la Cumbre; en el paso que cruzaba la isla y unía las comarcas del Este y del Oeste en el llamado «Paso de la Cumbre». Camino y senderos que fueron utilizados por campesinos, arrieros y pastores en ritual trashumancia; paso de viajeros, caminantes de ayer y de hoy, que conducen sus pasos a rincones y parajes donde el protagonista es el violento y sensual paisaje.
«El Pino de la Virgen» tiene actualmente un radio de 120 cm y una altura aproximada de 32 metros siendo, por tanto, uno de los mayores ejemplares de esta especie en las islas. En la parte baja del tronco, en la parte lateral opuesta a la ermita, se observa un gran hueco de casi 2 metros de largo por 50 cm de ancho y unos 40 cm de profundidad en el que, probablemente, se guarecía la primera imagen de la Virgen del Pino y junto al cual se encuentran otros dos huecos más pequeños a modo de hornacinas talladas en la madera.
Cada primer domingo de septiembre se celebra en el entorno de El Pino y la ermita, la fiesta de la Virgen del Pino, cuya imagen porta al Niño Jesús en su mano izquierda y en la derecha sostiene una rama de pino.
Pero cada tres años tiene lugar la Bajada de la Virgen del Pino, la festividad más importante de la Ciudad de El Paso y una de las más importantes de la isla. La imagen de La Virgen es bajada en una romería tradicional, desde su ermita hasta la Iglesia de Nuestra Señora de Bonanza, en el casco urbano del municipio, donde permanecerá un mes hasta que retorna a su ermita, acompañada por la devoción y el sentir de sus fieles, coincidiendo con su festividad que se celebra el primer domingo de septiembre.
Espero que hayan disfrutado mucho en la exploración de esta leyenda tan famosa sobre El Pino de La Virgen de El Paso, leyenda la cuál es patrimonio histórico de esta región Macaronésica y nos hace darnos cuenta de lo arraigado que está realmente nuestro entorno natural en nuestra sociedad e historia como pueblo. Síguenos en tiktok, instagram y facebook para leer mas leyendas de la Macaronesia! Saludos!