Suena calabaceira la calabaza, y al chocar y rechocar los frutos, el cuento pasa
El señor António Lopes Moreira, nacido en 1910, aún recordaba este árbol cuando era niño. Y en su pueblo se recordaba y repetía, aún como una bendición, la ayuda de la calabaceira de São Braz “cuando todo se secó y pasamos hambre, en la década de los 40”, cuando sus frutos generosos y austeros nos dieron la supervivencia -comentan con frecuencia-.
Es una historia que se cuenta en la trasera de la tienda, al abrigo de las hojas, es una niña la que estaba mirando al Árbol. Toda la comunidad tenía la obligación de mirar por el Santo de São Braz con fe probada. Muchas ocasiones ya, sus diferentes componentes, a saber, frutos y hojas, y corteza del tronco, habían demostrado curar enfermedades en los conocidos, e incluso, en su caso, muy valorado para ella, la niña que observaba el árbol en esa tarde de sequía del año 1943.
– Querida calabaceira, que en lenguas extrañas también llaman Baobab*, ayúdanos tú- decía la niña al Árbol sin flores. Dice la leyenda, y es saber en la boca de nuestros ancianos -le hablaba la niña-, que el color en tus flores son un mensaje de aguas y abundancia. Y en este momento de sed, un solo pétalo en tu marchita copa salvaría el desánimo que al pueblo vence. Y el sr. José Cabral Mascarenhas asintió silencioso, atento al árbol, como si oyera.
Porque este árbol que a él vio niño, gateando antes, y ahora apoyado en el bastón a su sombra, sabe él que siempre nos silba el clima que viene, anunciando con su aspecto florido la proximidad de las lluvias.
-Y de niño lo supe, y más de viejo-. Y diciendo esto a la niña, y ella que alza su infantil mirada al gigante enramado. Y por ese instante, y en amor a la niña, floreció la rama y cambió el viento, de humedad cargado.
Palabras clave
*Baobab: Adansonia es un género de la familia Malvaceae cuyos miembros son árboles conocidos popularmente como baobab. El nombre de baobab tiene su origen del árabe ﺑﻬﺒﺐ (buhibab) «padre de muchas semillas».
Fuente: wikipedia.
Cidade Velha, una localidad de arquitectura
Calabaceira (ASMAC 037), un importante augurio de sequía
Con base en la información proporcionada por el señor Francisco Lopes Moreira, de 51 años, se cree que este árbol es centenario, ya que el padre del entrevistado, el señor António Lopes Moreira, nacido en 1910, aún recordaba este árbol cuando era niño en el mismo estado de desarrollo vegetativo que en la actualidad.
Es un árbol que tuvo, y sigue teniendo, mucha importancia como indicador climático, sirviendo como indicador de la proximidad de las lluvias a través de su aspecto florido. El lugar cubierto por su marquesina ha resultado muy agradable y recreativo para los habitantes que lo utilizan habitualmente para los picnics.
Ubicado en el barrio de S. Brás, en un predio perteneciente a la familia del sr. José Cabral Mascarenhas, ese ejemplar de calabaceira, un árbol de gran tamaño que se convirtió en santuario, porque en los años 90 el señor Augustinho Ferreira Campos (hermano del padre Custódio Campos) colocó una cruz y un santo en él hasta la fecha de hoy, donde se llevaron a cabo servicios religiosos. Es uno de los 4 ejemplares más antiguos representativos de la especie Adansonia digitata, existente en el municipio de Ribeira Grande de Santiago, estando los otros tres al fondo del arroyo en el barrio de S. Pedro, más concretamente en las zonas de Cumba, Espírito Santo y Aldeia.
Esperamos que hayas disfrutado tanto de esta historia como nosotros aprendiendo acerca de ella. La Calabaceira de São Braz (ASMAC 037) es la historia de un pueblo, la salvación del mismo por parte de este árbol singular. Te invitamos a seguirnos en redes sociales para estar al día de este patrimonio forestal y todas las historias que viven alrededor de él.
